16/04/2020
Biomagune, Tecnalia y Ceit responden en una semana al pedido de Osakidetza de 40.000 tubos para recoger muestras a pacientes sospechosos de Covid-19

Como si de una promoción del 'Equipo A' se tratara, Osakidetza ha encontrado al equipo idóneo: 'Si necesita 40.000 transportes virales en un tiempo récord, este es su equipo'. El Departamento de Salud ha encontrado en el Parque Tecnológico de Miramón a improvisados especialistas que han fabricado miles de unidades de tubos para realizar test a pacientes sospechosos de Covid-19 y que sean analizados en las máquinas PCR. Los tres centros pertenecientes al BRTA (Biomagune, Tecnalia y Ceit) han respondido al reto de fabricar miles de dispositivos en apenas una semana, con lo que la capacidad de Euskadi para tomar muestras a mayor escala se ha incrementado considerablemente.
Desde que se detectaran los primeros casos de coronavirus en Euskadi y hasta ayer, Osakidetza había realizado 42.025 pruebas PCR para comprobar si un caso sospechoso resulta positivo o no. Pero ya advirtió la consejera Nekane Murga, que cada vez resultaba más complicado conseguir los kit para realizar las pruebas y que se estaba comenzando con su producción en el País Vasco. Salud realizó un llamamiento a todos los centros del País Vasco con actividad en bioingeniería y la alianza estratégica guipuzcoana BRTA alzó la mazo para fabricar algo que no le es tan ajeno: transportes virales.
«Cuando nos contactaron de Osakidetza pidiendo colaboración, evaluamos que técnicamente podíamos realizar la producción de los medios con las garantías necesarias y comenzamos la labor», señala Aitziber L. Cortajarena, investigadora Ikerbasque en CIC Biomagune. Las conversaciones se cerraron la última semana de marzo y se acordó fabricar 40.000 tubos rellenados con el cocktail de antibióticos correspondiente en apenas una semana. Osakidetza envió los tres antibióticos que deben llevar las muestras y desde comienzos de mes se han llegado a producir hasta 3.500 tubos diarios.
«Estamos 6 personas trabajando en ello y produciendo todo lo que podemos», explica desde el laboratorio Sergio Arana, director del grupo de investigación de Biodispositivos y MEMS de Ceit. Para antes del parón de Semana Santa, ya habían producido 30.000 unidades y esperaban en los primeros días de esta semana de Pascua completar los 40.000 tubos «a la espera de que nos puedan pedir más».
Pruebas a domicilio
Arana describe que el dispositivo que se encargan de producir se usa al comienzo de la cadena de la prueba PCR. Se toma a los pacientes las muestras con el habitual raspado bucal y ese bastoncillo se deposita en este tubo que contiene la mezcla de antibióticos correcta: gentamicina, vancomicina y anfotericina B. Ese tubo «se envía de manera segura para hacer esa analítica» en la correspondiente máquina PCR. «Lo que facilita el tubo es que se puedan hacer test masivos no necesariamente en el hospital. Esto es, puedes llevarlos a una residencia de ancianos, tomar las muestras y transportarlas a analizar al laboratorio», señala Arana.

Equipo del laboratorio del Ceit que ha trabajado en la elaboración de los kit.
Los aspectos más engorrosos de las pruebas PCR son la necesidad de una máquina que está instalada en un laboratorio y el tiempo que requieren en dicha máquina el análisis de la prueba, que supera las dos horas. De ahí que el 'cuello de botella' se está produciendo en las propias máquinas. «Nosotros hacemos posible que esa muestra se pueda conservar y no quede dañada, así se puede introducir en la PCR cuando haya espacio», detalla el director del grupo investigador del Ceit.Arana explica que en el laboratorio disponen de cuatro campanas de seguridad biológica para fabricar los tubos, donde se trabaja con total esterilidad y con tecnología muy específica en su elaboración.

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luis alfonso gámez
Su ubicación en Miramón también está ayudando a que el transporte de los componentes ya finalizados se realice con mayor celeridad. «Tenemos centralizada la entrega en Biomagune, donde un mensajero recoge la producción diaria y la lleva al Hospital Donostia desde donde se distribuye por centros», apunta. «Es gratificante para todo el equipo ver que los medio preparados se distribuyen y se usan de forma inmediata», sostiene Aitziber Cortajarena.Arana señala que seguirán ayudando en todo lo que sea posible ya que la actividad habitual del laboratorio está paralizada y su voluntad es la de colaborar en todo lo que sea posible. «Creemos que en los próximos días, si se amplía la realización de test, nos encargarán un nuevo pedido», concluye.

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